La cabaña en la que habían encerrado a los ratones estaba muy vieja, casi en ruinas. La casa se destruyó y los ratones se fueron a buscar queso al comedor donde estaban Jorge y Natalia. Jorge sacó el alimento que más le gustaba, el chocolate, y fue tirando virutas hasta donde estaba Natalia esperándolo con una jaula.
Cuando metieron a todos los ratones en la jaula los llevaron a una tienda de animales. Jorge y Natalia fueron muy felices por el buen acto que habían hecho.
Y colorín, colorado, esta historia ha terminado.
Créditos
Autores: Jorge París, Paula París y Karen Filipov
Curso: 5º
Centro: CEIP Jaume I El Conqueridor
Localidad: Catarroja
Provincia: Valencia
País: ESPAÑA
Tutor: Joan Orts
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