El perro, como bien le había dicho el mago, le dio la varita al mago que le lanzó un hechizo para salvar a la fuente, pero no funcionó. Entonces llegó el Superagente para ayudar al mago. Los dos unieron sus poderes y consiguieron deshechizar a la fuente que, a cambio, reparó la nave de Dudula y sus amigos. Estos les dieron las gracias: al mago, al mago bueno deshechizado y al Superagente. Después de este día, Jorge y Natalia se fueron muy contentos a casa.
Y colorín, colorado, esta historia ha terminado.
CréditosAutores de este artículo: Roberto Blanco y Miguel González
Curso: 5º B
Centro: Colegio Bilingüe La Inmaculada
Localidad: Ponferrada
Provincia: León
País: ESPAÑA
Tutora: Beatriz Canto
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