Entonces echaron la ratita robot por la puerta. Como era tan grande y gorda no cabía... A Jorge se le ocurrió echarla por la ventana.
La ratita robot empezó a comer y a comer. Cuando se los comió a todos apareció el gato y empezó a correr detrás de la ratita. Pegó un salto por la ventana, Jorge y Natalia lo atraparon con una red y las llaves se cayeron. Natalia las cogió y se las entregó al encargado del comedor.
El encargado decidió quedarse con el gato para que no entraran más ratones
Y colorín, colorado, esta historia ha terminado.
FINAL HISTORIA 283 (Vídeo en construcción)
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Créditos
Autor: Alberto Gil Salguero.
Ilustración: Ana Requejo Aragón
Curso: 4º
Centro: C.E.I.P. ABARDELA
Localidad: Benaocaz
Provincia: Cádiz
País: ESPAÑA
Tutor: Manuel Parra Romero
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