Al recuperar la llave, el águila huyó. Volvieron a la cueva con la llave y pudieron abrir la puerta pequeña. Se quedaron asombrados al encontrar miles de golosinas y enseguida se pusieron a saltar de alegría.
Detrás de la puerta, apoyado en la pared, había un muñeco de chocolate del tamaño de un hombre y se tiraron a comérselo por los pies pero, en ese momento, el hombre cobró vida y les dijo que, para quedarse con ese tesoro, tendrían que superar una prueba.
– Vale, de acuerdo –dijeron todos– ¿Qué prueba es?
– Haremos una carrera, vosotros contra mí y el que gane se quedará con todo.
Al principio, como el hombre tenía las piernas muy largas, les adelantó y todos creían que iba a ganar pero, de repente, Raquel, que hacía competiciones de atletismo, aceleró y ganó.
El hombre volvió a ser muñeco de chocolate y se lo comieron entre todos.
Y colorín, colorado, esta historia ha terminado.
FINAL HISTORIA 847
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Créditos
Autores: Martín Barrachina, MªBelén Martinez, Ramón García, Ángel Aguilar
Curso: 1º
Centro: Escuela 2
Localidad: La Cañada
Provincia: Valencia
País: ESPAÑA
Tutora: Sara Cervellera Martínez
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