Jorge volvió a mirar por el espejo. Vio dónde estaba Natalia con la pulsera y corrió hacia ella.
– ¡Natalia, dame la pulsera!
– ¿Por qué?
– Tengo que pedir otro deseo. ¡Necesito más chocolate!
– Pero, no podemos pedir más que dos deseos y ya llevamos uno. ¿Crees que ahora el chocolate es lo más importante?
Jorge empezó a llorar.
– Y ahora, ¿qué te pasa? –dijo Natalia
– Es que… ¡yo quiero chocolate!
– ¡Y yo quiero volver a casa! –añadió Natalia.
Y se le cayó la pulsera, se la quitó su amigo y pidió un deseo.
Créditos
Autoras del artículo: Pilar Bru y Beatriz Martínez
Curso: 4º
Centro: CEIP Voramar
Localidad: Alicante
Provincia: Alicante
País: ESPAÑA
Tutora: Luisa Fernández Ramos
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