No podían levantar al granjero. Pesaba mucho aunque era pequeñito. ¡Como podía pesar tanto! Se asomaron y vieron una mano gigante que estiraba hacia abajo. Entonces chillaron:
– Eh, ¿quién eres? No estires que se caerá el granjero.
– ¡Ay! Lo siento. Pensaba que estabais jugando conmigo.
Entre todos salvaron al granjero y se pusieron a hablar. El gigante les explicó que se aburría solo, que no tenía amigos para jugar. Por eso daba vueltas al bar como si fuera una peonza. Se divertía viendo a Jorge y a Natalia tan contentos.
Desde aquel día todos fueron amigos.
Y colorín, colorado esta historia ha terminado.
FINAL HISTORIA 659
INICIO VOLVER ATRÁS
Créditos
Autores de este artículo: Lucía, Júlia, Sergio y Estela
Curso: 1º
Centro: Escola Folch i Torres
Localidad: Esplugues de Llobregat
Provincia: Barcelona
País: ESPAÑA
Tutora: Elisenda Valero Bayà
No hay comentarios:
Publicar un comentario