Estando reunidos, un hombre se ofreció a ayudarles. Les contó que había estado leyendo el periódico en un banco y pudo observarlo todo.
El señor a quien le habían escondido el móvil era un anciano. Había sido una broma de sus compañeros de petanca, porque siempre tenían que interrumpir la partida.
Fueron con el móvil hacia el grupo de abuelitos. Todos comenzaron a reír excepto Lucas, el dueño del móvil, que no sabía nada. Cuando los chicos lo contaron, Lucas prometió que le quitaría la voz durante las partidas.
Y colorín, colorado, esta historia ha terminado.
FINAL HISTORIA 267
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Créditos
Autoras: Isabel Benlloch Blasco y Sandra Blasco Balastegui
Curso: 5º
Centro: CEIP Santa Teresa
Localidad: Valencia
Provincia: Valencia
País: ESPAÑA
Tutora: Mª Pilar Arnal i Berga
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