Todos fueron a buscar los ingredientes. Lo hicieron en un abrir y cerrar de ojos. Prepararon la poción, que tuvo que reposar un día, porque si no, no haría efecto. Después se sentaron bajo un árbol a descansar. Al día siguiente fueron a buscar la poción que habían guardado en su casa.
Cuando llegaron, acostaron a Sami en la cama, le pusieron la poción y el osito preparó un chocolate para todos.
Pocos días después Sami volvió al bosque a trepar por los árboles y tuvo más cuidado para no caerse.
Y colorín colorado, esta historia ha terminado.
FINAL HISTORIA 148
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Créditos
Autores del artículo: Max Pastor, Yara Rivero y Aleix Ferran
Curso: 5º
Centro: CEIP Santa TeresaLocalidad: Valencia
Provincia: Valencia
País: ESPAÑA
Tutora: Mª Pilar Arnal i Berga
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