Pero como los eletigres no estaban acostumbrados a comer “chuches” estuvieron tres días con un dolor de tripa inmenso. Cuando los eletigres se levantaron, las hormigas se habían ido y Natalia y Jorge seguían esperando.
Observaban la naturaleza cuando, de repente, se oyó una voz que decía:
– ¡Hola chicos!
Miraron para atrás y eran los eletigres.
Les preguntaron qué hacían allí. Nunca les habían visto, pero se alegraban de ver niños. Ellos contestaron que estaban perdidos.
Entonces los eletigres les ayudaron a salir pues estaban muy agradecidos por las chuches. Y les dijeron que podían volver a visitarlos cuando les apeteciese.
Y colorín, colorado, esta historia ha terminado.
FINAL HISTORIA 797
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Créditos
Autores de este artículo: Roseline Nicolleau, Eduardo Ortega y Ana Val
Curso: 6º A
Centro: CP Padre Manjón
Localidad: Burgos
Provincia: Burgos
País: ESPAÑA
Tutora: Julita Fernández
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