Los chicles eran mágicos y cuando los comías no podías mentir.
– ¿Eres tú el auténtico panadero? –preguntó Javier al falso Álex.
– No –dijo el clon sin poder mentir.
Así Javier supo quién era el falso panadero.
– Tengo una bolsa entera de chicles, ¿la quieres o los repartimos entre todos? –preguntó al verdadero soldado.
– Mejor los repartimos –contestó.
Así Javier descubrió que era el auténtico David, pues había sido humilde y no vanidoso.
¿Cómo terminará esta historia? Elige:
1.- Final 635: Cada uno a su sitio.
2.- Final 636: Los clones destruidos.
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Créditos
Autores de este artículo: Gema López Herranz, Raúl López Torres y Alejandro Ortega Sáez
Curso: 2º, 5º y 6º de Primaria (aula unitaria)
Centro: C.R.A. Sexma de la Sierra (Guadalajara)
Localidad: aula de Alcoroches
País: ESPAÑA
Maestra: Mª Belén Gómez Cuenca
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