La mochila era azul y amarilla, con una cerradura muy extraña, con forma de rombo. Cuando ellos la vieron, la cerradura brillaba y al cabo de un rato, se apagó. Y Jorge dijo:
– Vamos a intentar abrirla.
– Mejor no, que a mí me parece muy extraña –respondió Natalia.
Pasó un rato y Jorge la convenció de que tenían que abrirla.
Natalia levantó la mochila, y debajo de ella había una llave. Abrieron la mochila y... había dos frutos mágicos, los comieron y desearon volver sanos y salvos a casa. Cerraron los ojos unos segundos y al abrirlos estaban en su casa.
Y colorín colorado, esta historia se ha acabado.
FINAL HISTORIA 103
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Créditos
Autora de este artículo: Andrea Guerrero Joya
Curso: 5º
Centro: CEIP Virgen de la Antigua
Localidad: Almuñécar
Provincia: Granada
País: ESPAÑA
Tutor: Jose A. Iáñez
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