jueves, 28 de junio de 2012

LIBERANDO A LA SOMBRA


– ¡Vale! –dijo Natalia...Pero ten cuidado que me parece que hay unas escaleras.

– Natalia, ¿oyes eso? –dijo Jorge.

– Sí, parece un llanto –contestó Natalia.

– Vamos rápido –dijeron los dos a la vez.

Natalia y Jorge se acercaron al sillón rojo de donde provenían los llantos y dijeron:

– ¿Quién es usted? –dijo Natalia.

– Soy la sombra. Aquí mi amo me encierra cuando le conviene.

– ¿De quién es la cueva en realidad? –dijo Jorge.

– Mía –dijo la sombra-. Yo me la encontré. Pero mi amo no soporta que nadie tenga nada. Por eso, quiere gobernar el mundo.

– ¿Qué podemos hacer? –dijo Natalia.

– Podemos quitarle su varita y así no tendrá poderes y podré ser libre –dijo la sombra.

Ellos llamaron al mago y éste vino enseguida porque le dijeron que le iban a ayudar con su plan malvado. En un descuido Jorge le quitó la varita y perdió todos sus poderes mientras gritaba:

– ¡Condenados chiquillos!

Con este alboroto la cueva empezó a moverse y a subir más agua y se caían las piedras. Como la sombra era elástica sacó a Jorge y Natalia por la puerta de la cueva y ella también salió. La sombra les dio las gracias por haberla liberado.

Y colorín, colorado, esta historia ha terminado.


FINAL HISTORIA 708

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Créditos
 
Autores de este artículo: Estela Navarrete y Mariem
El Mokhtari
Curso: 6º

Centro: Juan Ramón Jiménez

Localidad: Granada

Provincia: Granada

País: ESPAÑA
 
Tutora: Mari Carmen Rueda